Bambu Lab, fabricante de impresoras 3D de escritorio, ha anunciado el lanzamiento de un nuevo filamento de poliuretano termoplástico (TPU) optimizado para su sistema automático de materiales (AMS). Programado para salir al mercado el 12 de noviembre, este filamento tiene como objetivo solucionar los problemas de compatibilidad que han dificultado anteriormente el uso de materiales flexibles en configuraciones de impresión 3D automatizadas. Aunque la compañía no ha revelado aún detalles sobre los precios, el anuncio ya ha generado gran expectación entre entusiastas y profesionales de la comunidad de impresión 3D.
El filamento TPU estará disponible para su compra en el sitio web oficial de Bambu Lab a partir del 12 de noviembre. Además, se espera que se publique información adicional que incluya precios y especificaciones técnicas, lo que permitirá a los usuarios experimentar con este material avanzado.
Los filamentos flexibles, como el TPU, han presentado históricamente desafíos para los usuarios de cambiadores de material debido a su tendencia a doblarse y atascarse en los caminos de filamento prolongados. Los usuarios del AMS a menudo se han visto forzados a retirar el acoplador de PTFE para introducir el TPU directamente en la impresora, un proceso que complica la automatización y altera el flujo de trabajo. El nuevo filamento TPU, diseñado ingeniosamente, promete fluir suavemente por el camino del AMS, lo que reduce el riesgo de atascos y minimiza la necesidad de intervención manual, mejorando así la fiabilidad general del sistema.
Experiencia temprana con el Filamento TPU
Antes de su lanzamiento público, varios usuarios seleccionados tuvieron acceso anticipado para probar el filamento TPU compatible con el AMS. Un usuario, identificado como “Vorkosigan78”, compartió su experiencia y destacó que este filamento mostró una mayor rigidez en comparación con el estándar TPU 95A, estimando su dureza en aproximadamente 98A. Las configuraciones iniciales de impresión a 240 °C causaron problemas de adhesión entre capas y de integridad estructural. Sin embargo, al aumentar la temperatura de la boquilla a 245 °C, la unión mejoró notablemente, lo que permitió la impresión exitosa de objetos funcionales, como un juguete en forma de ballena que puede lanzar agua.
Aunque los resultados iniciales indican capacidades prometedoras, persisten algunos desafíos. Se observaron casos de deformación durante las operaciones de puenteo, y las impresiones de múltiples materiales con PETG mostraron una adhesión moderada al TPU, lo que sugiere que los diseños podrían necesitar incluir características entrelazadas para reforzar la resistencia de las uniones. Estas observaciones subrayan el potencial del filamento TPU, a la vez que destacan la necesidad de más refinamientos para optimizar su rendimiento en una variedad de aplicaciones de impresión.