La GMK NucBox K12 llega como un mini PC de escritorio compacto que no pasa desapercibido, sobre todo gracias a su puerto OCuLink. Esta conexión de alta velocidad está pensada para conectar una dock gráfica externa o cualquier otro periférico que exija un ancho de banda amplio. Además, el GMK NucBox K12 admite hasta 128 GB de memoria DDR5 a 5600 MHz y puede alojar hasta tres SSDs M.2 2280, lo que le da una versatilidad considerable dentro de la gama de mini PCs. También incluye doble puerto Ethernet de 2,5 Gb, lo que asegura una conexión de red potente y flexible para usuarios avanzados o profesionales que trabajen con gran volumen de datos.
Este modelo es muy parecido en diseño y funcionalidades al GMK EVO-T1 presentado el pasado mes de julio.
Sin embargo, las diferencias están en la arquitectura del procesador y el planteamiento en cuanto a precios. Mientras que el EVO-T1 equipa un Intel Core Ultra 9 285H con 16 núcleos y gráficos integrados Intel Arc 140T, el NucBox K12 apuesta por un AMD Ryzen 7 H 255 con 8 núcleos acompañado de una Radeon 780M. En su lanzamiento, la versión barebones del EVO-T1 costaba unos 900 dólares (aproximadamente 830 euros), mientras que la GMK NucBox K12 se oferta por 410 dólares (unos 378 euros), lo que posiciona a este último como la opción más asequible y económica.
GMK NucBox K12: equilibrio entre rendimiento y precio
Esta diferencia de precio tiene sus motivos técnicos, y es probable que el coste aumente algo tras la promoción de lanzamiento, aunque manteniéndose por debajo del EVO-T1. Por ejemplo, el reparto de líneas PCIe es clave: el EVO-T1 dispone de tres ranuras M.2 todas a velocidad PCIe 4.0 x4, mientras que el GMK NucBox K12 ofrece una ranura PCIe 4.0 x4 y dos a PCIe 4.0 x2. Esto responde directamente al límite que impone el Ryzen 7 H 255, con un máximo de 20 líneas PCIe frente a las 28 que proporciona el chip de Intel.
Otra diferencia relevante está en la conectividad inalámbrica. El NucBox K12 basado en AMD incluye una tarjeta WiFi 6E, que ofrece un salto en frecuencias y rendimiento respecto al WiFi 6 que equipa el EVO-T1. Ambas máquinas comparten un conjunto similar de puertos físicos, con un OCuLink de 64 Gbps, USB4 Tipo-C a 40 Gbps, USB 3.2 Gen 2 Tipo-C y Tipo-A, además de dos puertos USB 2.0, doble LAN 2.5 GbE Realtek RTL8125BG, un HDMI 2.1, DisplayPort 1.3 y doble jack de audio.
Pero no todo está distribuido igual: el EVO-T1 concentra los tres USB 3.2 Gen 2 Tipo-A en el frontal y los USB 2.0 atrás, mientras que el GMK NucBox K12 opta por un diseño dividido, con dos USB 3.2 Gen 2 y un USB 2.0 delante, y una unidad de cada tipo en la parte trasera.
Si hablamos de refrigeración y configuración de energía, ambos modelos emplean doble ventilador y permiten limitar la potencia del CPU para ajustar el consumo y nivel de ruido. El AMD Ryzen 7 H 255 de la GMK NucBox K12 puede configurarse en 35, 54 o 65W, mientras que el Intel Core Ultra 9 285H del EVO-T1 permite 35, 54 o 80W, demostrando las diferencias en capacidades térmicas y de rendimiento que cada sistema soporta.
El GMK NucBox K12 es una alternativa económica a la hora de elegir un mini PC potente pero más contenido en precio. Las concesiones respecto al EVO-T1, principalmente en el ancho de banda PCIe y en la GPU, quedan compensadas con prestaciones competitivas como el WiFi 6E y la posibilidad de ajustar potencia de CPU, todo dentro de un chasis pequeño y conocido para los usuarios que busquen un equipo versátil y eficiente.
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