Una de las cosas que he ha hecho que me decidiera por Alexa en casa ha sido la velocidad de respuesta y la fluidez en el funcionamiento del mismo frente a Google Assistant y, parece que Google es consciente de eso a la vista de la demostración corriendo en local en el Google I/O 2019.
Según ha informado Google, la generación actual que usamos de Google Assistant requiere cerca de 100GB para poder funcionar, un tamaño inviable para poder usarlo de forma local, y, es por eso que todo dispositivo con Google Assistant requiera de conexión y, por tanto, dependemos de la velocidad de la misma para la respuesta del asistente.
Google, durante el I/O 2019 ha mostrado una nueva generación del asistente, donde ha podido reducir, desde los 100GB a tan solo 0.5GB, por lo que ahora, permitiría el uso de forma local en los dispositivos, algo que beneficiaría en gran medida en muchos puntos.
Por un lado, como vemos en la demostración del evento, la velocidad es aplastante frente a lo que actualmente tenemos, tanto en Google Assistant como en Alexa (o en cualquier otro asistente virtual). Por otro lado, permitiría el uso de un altavoz inteligente donde no tengamos conexión para tener la posibilidad de controlar un sistema domótico si nos lo permite el sistema, ya que, ningún aparato tendría que salir para poder ser controlado.
Por último, esta forma de usar Google Assistant, nos ofrecería una privacidad real, en la que nuestro asistente podría estar sin conexión y seguiría permitiéndonos el uso del mismo, algo que a la vista de uno de los problemas que más preocupa a la gente, es “el que no están escuchando”.
No obstante, de momento esta nueva generación de Google Assistant estará a lo largo de este año en los teléfonos Pixel, por lo que hasta que quiera llegar a los altavoces inteligentes (si es que tienen capacidad para albergar ese medio giga de datos), queda mucho o habrá que esperar a nuevas generaciones de altavoces en los meses venideros.