Google ha reducido supuestamente el presupuesto destinado a su división de smart TV en un 10%, una decisión que podría afectar hasta a una cuarta parte de los alrededor de 300 empleados que conforman el equipo. Este ajuste responde a una estrategia más amplia de la compañía para recortar gastos en su segmento de plataformas y dispositivos, que engloba el desarrollo de Google TV y Android TV. La reducción presupuestaria refleja la complejidad a la que se enfrenta Google para mantener su posición en un mercado cada vez más competitivo y dominado por rivales con un enfoque más decidido en hardware y experiencia de usuario.
Google y su estrategia en smart TV: entre recortes y compromiso
A pesar de estos recortes, Google asegura que su compromiso con la plataforma Google TV sigue intacto. La empresa continúa invirtiendo en mejorar la experiencia del usuario, entre otros proyectos destacados destaca la futura integración de Gemini, un nuevo desarrollo que pretende reforzar las capacidades del ecosistema. Es importante recordar que hay más de 270 millones de dispositivos Android TV activos en todo el mundo, lo que convierte a Google en un actor de peso, aunque sus esfuerzos parecen estar más centrados en el software y el contenido que en los dispositivos propiamente dichos.
Que Google apueste por un modelo donde su presencia en el salón de casa se base principalmente en YouTube – que mantiene un liderazgo absoluto en servicios de streaming – mientras reduce la inversión en hardware, revela una postura complicada. La falta de dispositivos Android TV premium y el escaso desarrollo de funciones específicas para la plataforma, como el gaming, son síntomas claros de que la compañía no está priorizando del todo este segmento. Estos factores generan dudas sobre el interés real de Google en competir contra marcas como Roku o Amazon Fire TV, que sí apuestan fuerte por sus dispositivos.
Google ajusta plantilla y mira fuera de EEUU
Curiosamente, la división de smart TV de Google planea compensar la reducción de plantilla con una mayor contratación internacional. Esto indica que no estamos ante un abandono total sino más bien un reordenamiento estratégico. La rebaja del 10% en el presupuesto refleja una asignación de recursos más prudente dentro de un momento de reestructuración más amplia en la compañía. La empresa parece optar por contener costes sin renunciar del todo a su presencia en un sector en el que, a pesar de todo, compite con fuerza a nivel global.
Este movimiento se enmarca en una narrativa más amplia sobre cómo Google está cambiando sus prioridades dentro del mercado de smart TV. Mientras plataformas rivales mantienen o incrementan cuota, Google combina un enfoque dual: por un lado, potenciar la distribución de contenido a través de YouTube; por otro, bajar ritmo en la inversión de hardware y funciones específicas. Es una estrategia que quizá signifique renunciar a una experiencia televisiva integrada y más sólida, pero que se ajusta a un modelo donde el contenido es el verdadero rey.