Google TV ha ampliado recientemente su ámbito publicitario para incluir nuevas categorías de contenido y productos, pero el lanzamiento de un nuevo anuncio para “Dragon Age: The Veilguard” pone de manifiesto posibles problemas de esta estrategia. Originalmente, la publicidad de Google TV se centraba principalmente en promover películas y series. Los usuarios solían encontrarse con contenido patrocinado que provenía de las recomendaciones de Google o de anuncios explícitamente etiquetados para medios disponibles.
Desde principios de 2023, Google ha comenzado a incorporar anuncios de productos físicos, desde automóviles hasta alimentos. Este giro refleja un intento de diversificar sus ingresos publicitarios. La reciente aparición del anuncio de “Dragon Age” ilustra algunos de los desafíos que surgen de esta transición. El anuncio promociona un nuevo videojuego para plataformas como PlayStation 5, Xbox y PC, pero no está disponible para su compra directamente en Google TV. Al pulsar el llamativo botón “Comprar ahora”, los usuarios son redirigidos al canal de YouTube del juego, lo cual puede resultar engañoso.
Aunque es comprensible que Google TV busque monetizar su plataforma con diversos tipos de anuncios, esta desalineación en los formatos publicitarios genera dudas sobre su eficacia y la experiencia del usuario. La estructura original de los formatos publicitarios estaba diseñada para contenido que los usuarios podían acceder y disfrutar de forma inmediata. Aunque antes había anuncios de juegos cuando Stadia estaba en funcionamiento, la estrategia actual parece inconsistente y puede afectar la percepción del servicio.
No obstante, hay ejemplos donde los formatos publicitarios funcionan bien, como un anuncio reciente de Toyota que incluye un botón de “Más información” que conduce a un vídeo relevante. Este enfoque se alinea mejor con las expectativas e intereses de los usuarios. En última instancia, la introducción de anuncios para productos no relacionados puede ser más disruptiva que beneficiosa, sugiriendo que Google TV debería replantearse su estrategia publicitaria y centrarse en contenido que esté disponible para la interacción del usuario. La evolución de su enfoque publicitario será crucial para equilibrar la experiencia del usuario con los objetivos de ingresos corporativos.