El NanoPi R76S llega al mercado como una nueva opción dentro del segmento de ordenadores de placa reducida (SBC), posicionándose como una alternativa atractiva al popular Raspberry Pi. Su precio parte de los 49 dólares (unos 45 euros), y ofrece varias configuraciones adaptables a diferentes necesidades. Además, un case opcional puede adquirirse por 10 dólares (9 euros), mientras que las ampliaciones de memoria incluyen la opción de 4 GB de RAM por 6 dólares (5,50 euros) y una versión más potente con 16 GB de RAM LPDDR5 por 40 dólares extra (37 euros). Todas las versiones traen de serie 32 GB de almacenamiento eMMC, lo que mejora notablemente la velocidad y fiabilidad comparado con las típicas tarjetas microSD.
Este equipo destaca especialmente por su potencia y versatilidad en términos hardware. En su interior late el SoC Rockchip RK3576, que combina un diseño heterogéneo con cuatro núcleos Cortex-A72 de alto rendimiento y otros cuatro núcleos Cortex-A53 orientados a eficiencia energética. La parte gráfica la gestiona un Mali-G52 MC3, mientras que su Unidad de Procesamiento Neural (NPU) alcanza hasta 6 TOPS, ideal para proyectos con inteligencia artificial en el borde de la red. Eso sí, el NanoPi R76S no incluye WiFi integrado, aunque se puede añadir un módulo inalámbrico compatible tras la compra, permitiendo así una conectividad más flexible según las necesidades del usuario.
Conectividad y multimedia en el NanoPi R76S
En cuanto a la conexión cableada, el NanoPi R76S dispone de dos puertos Ethernet capaces de alcanzar velocidades de hasta 2,5 Gbps cada uno, superando a los típicos Gigabit Ethernet que llevan muchos de sus competidores. Para vídeo, incorpora un único puerto HDMI que admite resolución 4K a 60 Hz, perfecto para tareas multimedia o pantallas que requieran alta definición. En el apartado USB, cuenta con un puerto Type-A USB 3.2 Gen 1 para conectar periféricos y un puerto USB Type-C exclusivo para la alimentación del dispositivo. Estos detalles muestran una apuesta por ofrecer rendimiento sólido en un formato compacto y eficiente.
La cantidad de pines GPIO del NanoPi R76S es más limitada comparada con la del Raspberry Pi, ya que incluye solo ocho, frente a los 40 pines que ofrece el modelo 5 del Raspberry. Esto puede suponer una limitación para los que busquen numerosas expansiones hardware o proyectos más complejos, pero encaja con el enfoque del NanoPi en ofrecer un dispositivo compacto y funcional sin renunciar a la modularidad.
El fabricante asegura soporte para varias distribuciones y sistemas operativos, entre los que se encuentran Ubuntu 20.04, Android 14, FriendlyWrt y OpenMediaVault. A pesar de su reducido tamaño (2,28 x 2,28 x 0,06 pulgadas), el NanoPi R76S no pierde capacidad para ejecutar aplicaciones en contenedores como Docker. Esto abre la puerta a montarse servicios cloud ligeros, por ejemplo NextCloud, o incluso servidores de juegos como Minecraft en un equipo tan pequeño. La instalación del sistema es sencilla y puede hacerse desde el navegador web de un PC o mediante una tarjeta microSD, facilitando mucho la puesta en marcha del dispositivo.
En resumen, el NanoPi R76S se presenta como una alternativa modular y escalable con un equilibrio interesante entre potencia, conectividad y compacidad. Con una especial atención a usuarios que valoran el rendimiento en redes de alta velocidad o la inteligencia artificial en edge computing, este SBC promete atraer tanto a desarrolladores como a aficionados que buscan un equipo ágil para proyectos específicos. Su precio competitivo y opciones de configuración amplían su atractivo dentro de un mercado cada vez más competitivo.