El 18 de diciembre, comenzaron a surgir informes del Wall Street Journal que indicaban que funcionarios del gobierno de EE.UU. pertenecientes al Departamento de Comercio, Defensa y Justicia están investigando al fabricante chino de routers TP-Link por preocupaciones de seguridad nacional. Se sugiere la posibilidad de una prohibición a las ventas de routers TP-Link en EE.UU. para 2025. Esta investigación se originó tras una carta de agosto de dos legisladores estadounidenses instando a la administración Biden a examinar la empresa, advirtiendo sobre el potencial uso de sus routers Wi-Fi en ciberataques contra Estados Unidos.
Informes internos revelaron que el Departamento de Defensa inició la investigación sobre los routers fabricados en China a principios de este año, mientras que el Departamento de Comercio emitió citaciones a TP-Link. Un reporte indicó que en octubre de 2024, Microsoft detectó una red compleja, llamada CovertNetwork-1658, compuesta de dispositivos infectados que aprovechaban vulnerabilidades de los routers TP-Link, atacando a clientes que incluían think tanks y entidades gubernamentales en EE.UU.
Las dudas sobre TP-Link y su rendimiento en el mercado
En mayo de 2024, se descubrió una grave vulnerabilidad con una puntuación CVSS de 10.0 en el router de juegos Archer C5400X de TP-Link, lo que permitió que atacantes no autorizados ejecutaran comandos remotos. Según datos de mercado, TP-Link mantiene una participación considerable del 65% en el mercado de routers para el hogar y pequeñas empresas de EE.UU., habiendo aumentado 5 puntos porcentuales en el tercer trimestre de 2024. Es destacable que 11 de los 20 routers más vendidos en Amazon en EE.UU. son productos de TP-Link.
Por otro lado, el Departamento de Justicia de EE.UU. está investigando si la estrategia de precios de TP-Link infringe leyes contra la venta de productos por debajo de los costes de fabricación, lo que podría acarrear problemas antimonopolio. En medio de las crecientes tensiones tecnológicas entre EE.UU. y China, la notable cuota de mercado de TP-Link ha suscitado un examen gubernamental, con alegaciones sobre la seguridad nacional y prácticas monopolísticas aún sin verificar.
La Embajada China en Washington ha acusado a EE.UU. de utilizar la seguridad nacional como pretexto para reprimir a las empresas chinas, prometiendo defender sus derechos legales. El futuro de las posibles prohibiciones de ventas parece depender de la próxima administración de la Casa Blanca, algo que recuerda a las medidas que se tomaron contra Huawei. Un representante de TP-Link ha declarado que la compañía está dispuesta a cooperar con las autoridades estadounidenses para comprobar su conformidad con los estándares de seguridad de la industria.
En una reciente reestructuración, el fundador de TP-Link, Zhao Jiaxing, ahora posee el 97.5% de las operaciones chinas, mientras que su cofundador afirma tener la propiedad total del negocio estadounidense y entidades afiliadas. Esta separación tiene como objetivo aliviar preocupaciones, aunque podría intensificar el escrutinio. En respuesta a las acusaciones sobre precios, TP-Link ha indicado que, si bien sus precios son competitivos, no socavan los costes de fabricación. A pesar de enfrentar desafíos internos de marcas rivales como Huawei y Xiaomi, TP-Link continúa manteniendo una posición dominante en los mercados internacionales.