Amazon quiere que todo fabricante integre en sus dispositivos Alexa y, para ello, ha actualizado los servicios de AWS. De esta forma, las empresas necesitarán menos recursos dentro de sus dispositivos.
Para aquellos que no los conozcan, los servicios de AWS son una parte importante del negocio de Amazon. Son los servicios de la nube que Amazon pone a disposición de los desarrolladores y empresas para que los usen. Poseen un modelo de facturación (normalmente) que va por pequeñas fracciones de tiempo y nos permiten realizar de todo.
Por poner algunos ejemplos, podemos hacer uso del traductor de Amazon, así como del servicios del reconocimiento de objetos en la que le pasamos una foto y Amazon nos dice lo que en ella aparece. Alexa no se queda fuera de estos servicios y es uno de ellos, permitiendo que las empresas solo tengan que llamar a dicho servicio para que el asistente “viva” dentro de nuestro software.
En la última actualización, Amazon ha conseguido reducir los requisitos del servicio hasta cifras casi despreciables. Hasta la fecha, para poder integrar Alexa en un dispositivo, era necesario contar con un procesador ARM Cortex de clase A y con 100MB de memoria RAM. Ahora, gracias a la actualización será posible hacer uso de Alexa con un procesador ARM Cortex de clase M así como con solo 1MB de RAM.
Esta actualización lo que hace es descargar la parte del cliente más aun que anteriormente y permitir que sean los servicios de AWS los que procesen la mayoría de la información.
Facilitar la integración de los asistentes
Hace un tiempo, Xiaomi lanzó un chip para permitir a los fabricantes integrar sus dispositivos en Mi Home, Google también presentó un proyecto con el mismo fin. Algo que deja claro que los grandes de la informática, buscan facilitar a los fabricantes para que se integren en sus sistemas.
Más info de la actualización de Amazon aquí.